La mujer sumisa es una mujer que está dispuesta a someterse a su hombre y a actuar en su nombre. También se la conoce como una mujer que está «en la caseta del perro» y que no puede opinar sobre qué o con quién pasa el tiempo. No espera ningún trato especial por parte de su hombre, pero estará ahí para él si alguna vez la necesita. A una mujer sumisa le encanta que su hombre la necesite y viceversa. En este artículo se explican las diferencias entre las mujeres no sumisas y las sumisas y cómo difieren ambas en cuanto a rasgos de personalidad.
Como médico o psicológico Mallorca personalizado. Sin embargo, puedo decir que la sumisión puede ser un comportamiento aprendido o una forma de protección frente a situaciones difíciles. Si deseas dejar de ser sumisa, es importante trabajar en la identificación y comprensión de las razones detrás de este comportamiento. Un psicólogo puede ayudar a explorar estas razones y proporcionarte estrategias para desarrollar una mayor confianza en ti misma y establecer límites saludables en tus relaciones. Además, el trabajo en la autoestima y la autoafirmación puede ser útil para superar la sumisión.
¿Cuál es la diferencia entre las mujeres sumisas y las no sumisas?
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Mucha gente piensa que sumisa y no sumisa es lo mismo. No es así. Hay diferencias significativas entre las mujeres sumisas y las no sumisas. Las mujeres sumisas suelen estar en un estado de «perrera» porque son demasiado frágiles, tienen demasiado miedo o son demasiado emocionales para manejar la vida por sí mismas. Necesitan un hombre fuerte que las proteja. También necesitan que les digan lo que tienen que hacer. Por otro lado, una mujer fuerte y dominante suele estar siempre al mando. Ella le dirá qué hacer, cuándo hacerlo y cuánto comer. Una mujer dominante no necesita un felpudo para sus pies. Sin embargo, una mujer sumisa sí.
La mujer sumisa – ¿Qué necesita de su hombre?
La principal necesidad de la mujer sumisa de su hombre es que la escuche. Necesita que la escuche y que simpatice con ella. Pero esto es sólo la punta del iceberg cuando se trata de lo que la mujer sumisa necesita de su hombre. La mujer sumisa también necesita que el hombre esté a su lado cuando tenga problemas. Necesita que él sea su roca cuando todo se pone difícil y ella no sabe cómo manejarlo por sí misma. Necesita que él esté ahí para ella cuando más lo necesita.
La mujer no sumisa – ¿Qué hace una mujer sumisa?
Una mujer sumisa es la que necesita ser mimada. Es la que necesita ser mimada. Es la que necesita que la mimen. Es la que necesita que la quieran. Una mujer sumisa es también la que necesita ser disciplinada. Necesita ser corregida. Necesita que le digan lo que está haciendo mal. Necesita que le sigan la corriente. Una mujer sumisa quiere ser tratada como una princesa de vez en cuando. Quiere ser tratada como una reina en ocasiones especiales. La dinámica de dominación/sumisión en las relaciones es donde la mujer sumisa destaca. Es la que quiere ser tratada como una reina. Es la que se arrastrará por la aprobación de su hombre.
Cómo ser un hombre sumiso y una mujer dominante
Hay muchas maneras de ser un hombre sumiso y una mujer dominante. Una forma es elegir ser. Otra forma es elegir ser. También hay formas de ser un hombre dominante y una mujer sumisa. Empecemos por la primera: elegir ser. Hay muchas maneras de ser un hombre sumiso y una mujer dominante. Una de ellas es elegir serlo. Elegir ser una mujer dominante es elegir convertirse. No puedes ser una mujer sumisa y esperar convertirte en una mujer dominante. Tienes que elegir serlo. Puedes elegir ser una mujer dominante siendo paciente, escuchando a tu mujer, haciéndole saber lo que quiere, y no aceptando ningún tipo deeks de ella. También puedes elegir ser serio para establecer un vínculo con tu mujer. Se necesitan los dos miembros de la pareja para que una relación tenga éxito. Un miembro de la pareja puede ser el dominante y el otro el sumiso.
Conclusión
La diferencia entre las mujeres sumisas y las no sumisas es sutil pero significativa. Una mujer sumisa es aquella que está dispuesta a someterse a su hombre y a actuar en su nombre. También se la conoce como una mujer que está «en la caseta del perro» y que no puede decidir con qué o con quién pasa su tiempo. Una mujer no sumisa es lo contrario, alguien que no está dispuesta a someterse a nadie y no tiene interés en pasar el tiempo con nadie más que con su propia especie. A una mujer sumisa le encanta que su hombre la necesite y viceversa. Está dispuesta a hacer cualquier cosa por él, aunque tenga que quedarse en casa mientras él sale a conocer el mundo. Una mujer no sumisa, en cambio, se conforma con quedarse en casa y ocuparse del hogar. No quiere salir y no quiere hacer nada por sí misma. Así que, la próxima vez que tengas una relación, presta atención a la mujer de tu vida. Puede que ella esté buscando un hombre sumiso que esté dispuesto a ser tratado como una princesa.